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Las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) han ganado protagonismo en la planificación urbana sostenible, y entre ellas, los techos verdes destacan por su capacidad para mejorar la calidad ambiental y reducir la huella de carbono de las ciudades. En este contexto, el estudio «Modelling the potential of Green roof installation for the decarbonization of urban areas. Case study of Valencia, Spain», elaborado por Tomás Pino Gallardo en la Universitat Politècnica de València, presenta una metodología innovadora para analizar el potencial de instalación de techos verdes en Valencia mediante el uso de técnicas avanzadas de modelado geoespacial y visión artificial.

El estudio adopta un enfoque integral que combina el análisis de datos LiDAR, ortofotografías de alta resolución y herramientas de inteligencia artificial para identificar y evaluar superficies urbanas aptas para la implementación de techos verdes. Se genera un modelo detallado que permite mapear con precisión las áreas disponibles en la ciudad, teniendo en cuenta restricciones estructurales como la inclinación de los tejados y la accesibilidad para la instalación de vegetación. Esta metodología no solo permite identificar espacios viables, sino que también proyecta los impactos energéticos y ambientales derivados de su implementación, proporcionando una herramienta estratégica para la toma de decisiones urbanísticas.

Uno de los hallazgos más destacados del estudio es la identificación de 625 hectáreas de techos urbanos con potencial para ser transformados en espacios verdes, lo que representa una intervención en más de 22.500 edificios. La implementación de techos verdes a esta escala podría traducirse en una reducción del consumo energético de aproximadamente 162 GWh al año, así como en una mitigación de 52.219 toneladas de CO₂ anualmente, consolidando su papel como una estrategia efectiva para la descarbonización urbana.

Más allá de la reducción de emisiones y el ahorro energético, los techos verdes ofrecen múltiples beneficios colaterales que impactan positivamente en el entorno urbano. Uno de los más relevantes es la disminución del efecto isla de calor, un fenómeno que intensifica las temperaturas en áreas densamente urbanizadas y afecta la calidad de vida de sus habitantes. La incorporación de vegetación en las cubiertas de los edificios contribuye a regular la temperatura, disminuyendo la absorción de calor y favoreciendo el confort térmico tanto en el interior de los edificios como en el espacio urbano circundante.

Asimismo, los techos verdes juegan un papel crucial en la gestión sostenible del agua, ya que actúan como filtros naturales que retienen y purifican el agua de lluvia, reduciendo la sobrecarga de los sistemas de drenaje urbanos y mitigando el riesgo de inundaciones. Además, favorecen la biodiversidad al crear microhábitats para especies de flora y fauna, promoviendo la resiliencia ecológica de la ciudad y mejorando la calidad del aire al captar partículas contaminantes y CO₂.

Si bien el potencial de los techos verdes es innegable, su implementación a gran escala enfrenta desafíos importantes, en particular los relacionados con la viabilidad económica y la regulación urbanística. La inversión inicial puede ser un obstáculo para propietarios y desarrolladores, lo que resalta la necesidad de incentivos fiscales y programas de financiamiento público-privado que faciliten su adopción. Políticas de apoyo a la infraestructura verde, normativas que integren criterios de sostenibilidad en la construcción y la concienciación ciudadana sobre los beneficios a largo plazo de estas soluciones serán claves para superar estas barreras y fomentar su integración en el tejido urbano.

Este estudio no solo ofrece un marco analítico para evaluar el potencial de los techos verdes en Valencia, sino que también sienta las bases para replicar esta metodología en otras ciudades que busquen estrategias efectivas para la descarbonización y la sostenibilidad urbana. Desde la Cátedra de Transición Energética Urbana, seguimos comprometidos con la investigación e implementación de soluciones innovadoras que contribuyan a un modelo de ciudad más resiliente, eficiente y alineado con los desafíos climáticos del siglo XXI.

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